Explora la belleza natural y la tranquilidad de Bulnes, un pueblo recóndito en los Picos de Europa accesible solo por funicular o sendero.
Situado en el Parque Nacional de los Picos de Europa, Bulnes es un pequeño pueblo asturiano que destaca por su ubicación remota y su impresionante entorno montañoso. Es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza.
El funicular de Bulnes frece una de las vistas más emblemáticas de los Picos de Europa. Desde aquí, los visitantes pueden admirar el majestuoso Naranjo de Bulnes (también conocido como Picu Urriellu), una montaña que es un desafío tanto para escaladores experimentados como para los amantes de la naturaleza. Este mirador está situado a una altitud considerable, por lo que el panorama abarca gran parte del Parque Nacional, mostrando una sinfonía de montañas, valles y verdes paisajes. Es el lugar perfecto para quienes buscan una conexión íntima con la naturaleza.
El Mirador del Urriellu se puede contemplar el famoso Naranjo de Bulnes, una de las montañas más emblemáticas de los Picos de Europa.
Este sendero es una ruta de senderismo de dificultad moderada que conecta el pueblo de Bulnes con el área de Poncebos. Este sendero es ideal para aquellos que buscan una experiencia inmersiva en la naturaleza de los Picos de Europa. El recorrido serpentea a lo largo del desfiladero, proporcionando vistas espectaculares del paisaje montañoso, con riachuelos y cascadas que enriquecen la ruta. Es una de las mejores formas de explorar a pie la belleza escénica del lugar, siendo una alternativa a la travesía en funicular.
El Naranjo de Bulnes, conocido también como Picu Urriellu, es una de las montañas más famosas de los Picos de Europa y un paraíso para los escaladores. Esta impresionante formación de roca caliza se eleva a más de 2.500 metros de altura, desafiando tanto a alpinistas como a aquellos que simplemente desean admirarla desde la distancia. Su aspecto vertical y afilado le ha dado fama internacional, y su historia de escaladas épicas y desafiantes lo convierte en un símbolo de la aventura. El Naranjo de Bulnes es, sin lugar a dudas, el corazón de los Picos.
La Aldea de Bulnes es el núcleo histórico del pueblo, donde las casas de piedra y las calles empedradas conservan la esencia de la vida rural asturiana. Esta pequeña aldea, que parece detenida en el tiempo, ofrece una sensación de paz y tranquilidad absoluta. Sus construcciones tradicionales, que armonizan perfectamente con el paisaje natural, permiten a los visitantes experimentar la vida en los Picos de Europa tal como era hace siglos. Es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la quietud y belleza del entorno.
Este pequeño puente de piedra es uno de los rincones más fotogénicos del pueblo. Este pintoresco puente de piedra cruza el río Bulnes, creando una vista encantadora rodeada de vegetación y montañas. Es un lugar ideal para los amantes de la fotografía o simplemente para quienes desean disfrutar de la tranquilidad del paisaje. El puente tiene un carácter rústico y ofrece una excelente vista de la aldea y de los alrededores naturales, siendo un lugar de paso común para los excursionistas y turistas que exploran la región.
Pequeña y sencilla, la iglesia de San Martín es un pequeño templo que se erige en el corazón de Bulnes. Con su arquitectura sencilla y modesta, esta iglesia es un punto de referencia para los habitantes del pueblo. La iglesia tiene un carácter rústico, con detalles sencillos y un ambiente acogedor que refleja la vida en las montañas. Aunque no es un sitio de grandes adornos, su ubicación en el pueblo y su historia le otorgan un valor especial como uno de los pocos edificios religiosos en esta región remota.
La Ruta de la Canal del Texu es uno de los caminos naturales más impresionantes de los Picos de Europa. Esta ruta lleva a los excursionistas a través de un paisaje montañoso y selvático, ofreciendo una inmersión completa en la naturaleza del parque. El recorrido permite descubrir la biodiversidad única de la zona, con vistas panorámicas de las montañas y un ambiente que varía entre la sombra de los árboles y la claridad de los valles. Es una excelente opción para quienes buscan una caminata tranquila y cercana a la naturaleza.
Explora las cuevas naturales de la zona, una de las atracciones más singulares de la región. Estas cuevas naturales, que fueron refugio de pastores durante siglos, están situadas en un entorno natural único. Además de su interés geológico, las cuevas tienen un alto valor histórico y cultural. Los visitantes pueden explorar estas formaciones rocosas que, con sus misteriosos pasajes y cavernas, ofrecen una visión del modo de vida tradicional en las montañas asturianas. Las cuevas son el lugar perfecto para los aventureros que buscan algo más que solo belleza natural.
La gastronomía local de Bulnes es una de las principales atracciones para los amantes de la buena mesa. En las tabernas y pequeños restaurantes del pueblo, los visitantes pueden disfrutar de los quesos asturianos y la sidra natural, dos de los productos más representativos de la región. La sidra se sirve de manera tradicional, escanciada desde una gran altura, lo que añade un toque de espectáculo al momento. La gastronomía local refleja la autenticidad de la vida rural asturiana, con platos sencillos pero llenos de sabor, que capturan la esencia del lugar.