Como es famosa por su impresionante lago y su combinación de historia, naturaleza y elegancia.
Descubre la belleza de Como, una ciudad a orillas del lago con un encanto inigualable, rodeada de montañas y villas históricas.
Como es famosa por su impresionante lago y su combinación de historia, naturaleza y elegancia.
La Catedral de Como (Duomo di Como) es una de las iglesias más impresionantes del norte de Italia y un símbolo de la ciudad. Su construcción comenzó en 1396 y se extendió hasta el siglo XVIII, lo que explica su combinación de estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el renacimiento y el barroco. Su fachada de mármol blanco es una obra de arte, adornada con esculturas detalladas y un impresionante rosetón. En su interior, destacan las vidrieras, los frescos renacentistas y las obras de arte de artistas como Bernardino Luini. Además, su majestuosa cúpula diseñada por Filippo Juvarra domina el perfil de la ciudad.
El funicular de Como a Brunate, en funcionamiento desde 1894, ofrece una de las mejores vistas panorámicas del lago de Como y los Alpes. El trayecto de apenas siete minutos asciende por una empinada ladera hasta el pintoresco pueblo de Brunate, conocido como "el balcón de los Alpes". Desde la cima, se pueden recorrer senderos naturales que llevan a miradores espectaculares, como el Faro Voltiano, un monumento dedicado a Alessandro Volta, inventor de la pila eléctrica. Este mirador ofrece una vista de 360 grados que en días despejados alcanza hasta Milán y Suiza.
Construida a finales del siglo XVIII, Villa Olmo es una de las villas más elegantes del lago de Como. Esta mansión neoclásica, rodeada de jardines bien cuidados y con una vista privilegiada al lago, ha sido el escenario de eventos aristocráticos y exposiciones de arte durante siglos. Su arquitectura destaca por su simetría perfecta, columnas imponentes y frescos en los salones interiores. Los jardines de la villa son de acceso libre y ofrecen un ambiente tranquilo ideal para un paseo relajante junto al lago.
Recorrer la orilla del lago de Como es una de las experiencias más memorables para los visitantes. El paseo comienza en el centro histórico y se extiende hasta Villa Geno, pasando por parques, pequeñas playas y muelles desde donde parten barcos hacia los encantadores pueblos lacustres como Bellagio y Varenna. La ruta está salpicada de cafés y restaurantes con terrazas donde se puede degustar la gastronomía local con vistas inigualables al lago y las montañas circundantes.
Ubicada a las afueras del centro histórico, la Basílica de San Abbondio es una joya del románico lombardo. Construida en el siglo XI, se distingue por su austera pero elegante fachada de piedra y sus dos torres gemelas. En su interior, alberga frescos medievales del siglo XIV que narran episodios bíblicos con un nivel de detalle impresionante. Este templo fue un importante centro religioso durante la Edad Media y sigue siendo un lugar de gran significado histórico y espiritual para la ciudad.
Para quienes deseen sumergirse en la vida cotidiana de Como, el mercado local es una visita obligada. Se celebra varias veces a la semana y ofrece una variada selección de productos frescos como quesos, embutidos, frutas y verduras cultivadas en la región. Aquí se pueden encontrar especialidades locales como el queso taleggio, el pan de polenta y el pescado del lago. Además, el mercado cuenta con puestos de artesanía y souvenirs, lo que lo convierte en el lugar ideal para adquirir recuerdos auténticos de la ciudad.
